martes

Halágame que te escucho...

"Talk to people about themselves and they will listen for hours" Disraeli
                                              Fotografía Pilar Mandl
   "The greatest thing we can offer is to be great listeners". John Hay

Decía Unamuno que habla mucho de sí mismo porque es el hombre que tiene más a mano y sin embargo el brillante Oscar Wilde, al que seguro a todos nos hubiese encantado escuchar, comentaba que prefería hablar de los demás pues su vida ya se la sabía.

A mi me encanta escuchar... pero cada vez encuentro menos gente interesante. Escuché hace poco a un artista famoso decir que lo bueno de la fama es que te permite conocer gente interesante... y eso me hace pensar... llevo días pensándolo.
Esa debe de ser la cuestión; si quiero conocer gente interesante debo convertirme en interesante y ellos (los interesantes) buscarán mi compañía, mi conversación... y así podré escucharles, porque ya decía Voltaire que el secreto de aburrir es contarlo todo...
- Como decía Richard Bach en Peter and Paty: "Dios no nos habría dado la capacidad de soñar, sin darnos también la posibilidad de convertir nuestros sueños en realidad". —estas dos líneas se las he "robado" a Francisco Alcaide
Así que aunque nunca me interesó la fama, creo que me voy a hacer famosa, si tiene esa ventaja puede llegar a ser interesante :-) como dicta mi máxima "el mundo es de los que se atreven"  allá voy...


                    Libro de collages nº7 de Pilar Mandl

Dice mi amiga Lola, —con la que por cierto disfruto un montón con sus conversaciones— que uno nunca tiene bastante de halagos.

Eduard Punset comenta que después de recibir un insulto o crítica nuestra alma necesita de 5 halagos para compensar (+)
"Estudios hablan de la necesidad que tiene nuestro cerebro y nuestra alma de repararse después de recibir un insulto y crítica con cinco halagos. Con esto vemos la necesidad que tiene nuestro cerebro de reponerse y de sentirse bien (...)
 "Las reacciones más frecuentes cuando nos dicen algo bonito sobre nosotros es inicialmente sorpresa y vergüenza, para pasar posteriormente a la negación de tal cualidad o, simplemente, el silencio...
Hace años, cuando leí el libro de Stefan Zweig "carta de una desconocida" me pregunté durante mucho tiempo cómo era posible que él no recordase su cara si durante un corto espacio de tiempo fueron amantes... ahora lo sé. Nunca se recuerda lo anodino. ¿o sí?