sábado

Palabras, Palabras...

 La probabilidad de que suceda un evento se calcula dividiendo el número de resultados favorables, entre el número de resultados posibles.

 "El pensamiento es un ave del espacio que, en una jaula de palabras puede abrir sus alas, pero no puede volar"   Khalil Gibran


                                                   Mi nevera...

"...Intento crear la trama según escribo. En cierto modo, me gustaría ser capaz de diseñar mi historia sabiendo hacia donde va, pero no es mi proceso. Me sumerjo en la oscuridad con mis personajes, intento entenderlos, y entonces, reescribir, reescribir, y reescribir. Es un proceso de muchos bocetos para mí, pero amo cada minuto de él". Michael Koryta

Así ando yo. Mi libro me ocupa muchas horas. Los personajes hace años que me arrastran y por fin me he decidido a liberarlos... y reescribo por enésima vez... cada acontecimiento importante cambia el curso de la historia... y luego vendrán las galeradas... leer y releer, corregir... y a pesar de todo llega un momento en el que la historia tiene que salir... ¡Y sopló!

“...Acaso pensara que había sentido algunas veces ya esa desgana de la pluma al correr sobre el papel y esa morosidad del pensamiento por hallar la idea justa. “Y si un día el viento soplase de tal modo que ya me creyera agotado, sin posibilidad de nuevas creaciones,
(...) Esperemos pacientes y tranquilos, por si ese viento sopla un día inesperado.”
    ¡Y sopló!
                      Charles Dickens


Consuela saber que García Marquez se pasaba meses escribiendo la primera línea (la que engancha) o que J. K. Rowling rescribió hasta doce veces el principio y que muchos escritores pasan más de dos años corrigiendo la obra... ¡Ahí estamos! Esta vez sí. Esta vez sí que sí... lo termino. Y es literatura fantástica. Libertad absoluta :-)

Y repito un fragmento de una entrada anterior que también consuela:
A Tolkien debemos darle las gracias millones de lectores (y ahora de espectadores) por luchar contra su naturaleza perezosa, era un postergador incorregible, cuando tenía que escribir divagaba, dibujaba, esperaba que llegase visita y le liberara de tener que escribir todo ese mundo que le rondaba en la cabeza. Cuando un periodista del New York Times le preguntó sobre sus libros él los difinió como algo agotador "que Dios me ayude, Casi siempre estoy luchando con la inercia natural del perezoso ser humano".

Creo que fue Iris Murdoch la que un día volviendo de un largo paseo por el campo le comentó a su marido:         "John, ya he terminado mi libro. Ahora sólo me falta escribirlo" (me encanta)

Aquí dejo otras anécdotas:


La obra maestra de Gustave Flaubert, Madame Bovary, una historia de amor brutal y realista que trataba sobre el adulterio, fue condenada como pornográfica cuando se publicó por entregas en un periódico en 1856, y Flaubert fue acusado de ofender la moral pública y la religión. La corte censuró el libro, pero absolvió a su autor. Aunque la novela estaba vendiéndose a miles, Flaubert dijo que deseaba tener bastante dinero como para comprar cada ejemplar, “arrojarlos todos al fuego y no volver a oír hablar del libro jamás”. (Hubiera sido una pena porque a mí me parece PERFECTO )

-Cuando D. W. Griffith produjo su película El nacimiento de una nación, se inspiró en el libro The Klansman, de Thomas Dixon, como base para el guión. Acordó pagar a Dixon 10,000 dólares por los derechos, pero se quedó sin dinero y sólo pudo pagarle 2,500 por la opción original. Por el resto, ofreció a Dixon un interés del 25 por ciento sobre las ganancias de la película. Dixon aceptó de mala gana. Al final, sus ingresos se convirtieron en la suma más grande que ha recibido jamás algún escritor por una historia para el cine: varios millones de dólares.


- Herman Melville no destacó como figura literaria hasta mucho después de su muerte, en 1891. Se había desilusionado tanto por el fracaso comercial de Moby Dick (1851) y otra novelas, que renunció a la pluma y se convirtió en un oscuro empleado en la administración de aduanas de Nueva York. Su Bill Budd ni siquiera fue publicado antes de 1924.


François Villon, el gran poeta francés,  llevó una existencia de robo y muerte que en varias ocasiones pudo haber terminado en el patíbulo. Nadie sabe dónde, cuándo o cómo murió.

- No se preocupó mucho por sus estudios, y en realidad jamás terminó la enseñanza secundaria. Como pasaba más tiempo leyendo y chismorreando con sus amigos que dedicado a su trabajo, perdió su puesto de administrador de correos de la comunidad. “Que me cuelguen” dijo tras perder su empleo, “si intento estar a disposición de todo bribón ambulante que tenga dos centavos para invertir en un sello postal”. En 1949 se le otorgó el premio Nobel de Literatura… era William Faulkner.



-Upton Sinclair, Tras vivir durante siete semanas entre los trabajadores de los mataderos de Chicago, publicó su novela La Selva en 1906, para “atemorizar al país mediante un cuadro de lo que estaban haciendo los amos industriales a sus víctimas”. Había observado que metían en la cinta transportadora pan envenenado y ratas muertas, que se convertían en salchichas, y que los trabajadores que caían por accidente en cubas abiertas, salían al mercado convertidos en manteca Anderson’s Pure Leaf. La novela desempeño un gran papel en la apertura de una investigación sobre las condiciones de los mataderos de Chicago.

-Voltaire, el gran escritor satírico francés, contribuyó con un enorme servicio a la ciencia. Hizo que una de sus amantes escribiera una traducción al francés de la obra maestra de Newton Principia Mathematica, y luego él mismo escribió un comentario. La gracia de lo escrito por Voltaire ayudó a popularizar en toda Francia los conceptos de Newton.

-Sir Walter Scott fue un escritor muy prolífico, que obtuvo con sus obras fama y éxito. Por desgracia, invirtió casi toda su recién ganada riqueza en empresas editoriales que fracasaron con la depresión de 1826. Scott contrajo deudas por la estremecedora cantidad de 130,000 libras esterlinas, y dedicó el resto de su vida a escribir para pagarlas. Con el paso del tiempo murieron su esposa, su hijo y su nieto, y él sufrió varios ataques cardíacos; pero hasta el último acreedor fue pagado totalmente.

-“Lo siento, señor Kipling, pero usted simplemente no sabe emplear el lenguaje inglés. Este no es un jardín de infancia para escritores aficionados”. Con estas proféticas palabras, Rudyard Kipling, que ya había escrito entonces uno de los mejores relatos en la historia de la literatura, El hombre que pudo reinar, fue despedido de su empleo de reportero por el Examiner de San Francisco.

-La revista The New Yorker recibe al año más de 250,000 originales de material no solicitado: cuentos, ideas para caricaturas, chistes. Cada uno es revisado como mínimo por dos personas. Aunque sólo se publican de 110 a 120 historias anualmente, The New Yorker publica más relatos de ficción que ninguna otra revista en los Estados Unidos. Esta portada es de Saul Steinberg.

-Walt Whitman fue despedido de su empleo en la oficina india del Departamento del Interior cuando era el secretario, James Harlan, leyó un fragmento de Hojas de Hierba de Whitman, y la consideró “poesía perniciosa”.

-Los historiadores han relatado la admirable historia de Abdul Kassem Ismael (938-995), el sabio gran visir de Persia, y de su biblioteca de 117,000 volúmenes. En sus muchos viajes como guerrero y estadista, jamás se apartó de sus amados libros. Estos eran transportados por 400 camellos, entrenados para caminar en fila, de manera que los libros que llevaban sobre sus lomos se mantuvieran en orden alfabético. Los camelleros bibliotecarios ponían inmediatamente en manos de su amo cualquier libro que éste pidiera. Debido a su trato cordial, Abdul Kassem Ismael fue apodado Saheb, el camarada.

+ microcaos.

Y esta pegunta que le hacen a Ken Follet
¿Cuál es la fórmula para escribir un best seller?
La clave aquí es que se vincule al lector emocionalmente con la historia, que el latido del corazón del lector sea más rápido, que las lágrimas le afloren, o que sienta rabia por lo que le ocurre a uno de los personajes, o que tema por lo que va a suceder a continuación. Si vinculamos a la gente de esa manera, el lector sigue pasando las páginas... y es lo que hace que los libros se vendan.
¿En qué se inspira para crear los personajes?
Los personajes tienen que hacer lo que precise la historia. Mis novelas están impulsadas por la trama y, en función de la trama, elijo protagonistas que se correspondan con lo que quiero transmitir.