miércoles

"A veces los malos tienen las mejores frases" E.L. Doctorow

"No me interesan los santurrones. Si me presentas a un tipo que nunca ha pecado, no creo que me apetezca hablar con él. Demasiado aburrido. Un hombre con defectos es mucho más interesante". K. Douglas

                                                   Poster "My Cirque du Soir Nights" Pilar Mandl (I am fuking famous)

 "Que nadie dude que la maldad existe"
B. Obama al recibir el premio Nóbel 2009

Así, y por él, sé que no me resulta atractiva para nada la idea de amar a alguien intelectual.
...Por él, sé que no me atrae nadie de mi mismo sexo con gafas. Por él, empecé a amar la fuerza, la sensación de sangre caudalosa, la ignorancia, los movimientos toscos en las manos, el habla bruta, la melancolía salvaje que posee la carne absolutamente inmune al intelecto. 
Confesiones de una máscara, de Yukio Mishima 

Imagen del mediometraje YUKOKU (El rito de amor y de muerte) que el propio Mishima escribió, protagonizó y dirigió pocos años antes de su muerte. Además de su interés histórico, la película es por sí misma una joya digna del mejor tributo y en el que el seppuku deja paso a una idea superior que Mishima supo recoger con total dramatismo, pero sin perder por ello su carácter plenamente artístico. Aquí el video

El Adolf Hitler niño que describe muy bien Mailer en su ensayo dice:
 "...es un niño desagradable, quejica y manipulador dividido por deseos incestuosos y celos edípicos y profundamente rencoroso. Desprende un mal olor del que no puede deshacerse; también tiene la costumbre de vaciar el intestino cuando tiene miedo. Su mayor barbaridad fue contagiar el sarampión deliberadamente a su encantador y muy querido hermano pequeño Edmund:
«"¿Por qué me besas?", pregunta Edmund.
"Porque te quiero."
¡Besó a Edmund repetidas veces, un beso infantil lleno de babas, y Edmund se lo devolvió. Le alegraba mucho que, después de todo, Ali [Adolf] le quisiera».
Edmund fallece de acuerdo con el plan; Adolfo se convierte en el triunfal dueño del nido.  (+
 En las novelas de Feodor Dostoievsky hay dos vagabundos al margen de la sociedad rusa: Raskolnikov en Crimen y castigo, y Stavrogin en Los endemoniados, que creen poder tomar un atajo para alcanzar el estatus de superhombre divorciando la bondad de la grandeza, y cometiendo lo que ellos consideran grandes crímenes, por ejemplo, matar a ancianas a hachazos o violar a niños.
Retrato del monstruo como joven artista - J. M. Coetzee


“Engañar a Emilio Botín, a Juan Abelló, a Alicia Koplowitz, a Liliane Bettencourt, dueña de L’Oréal. Esconder 50.000 millones. Pero no sólo por eso me admira Madoff. Envidio la fascinación que desprenden los malos. Me atrae esa aureola de rebeldía que tienen los villanos. Ese míster Hyde que se esconde en cada uno de nosotros.


Es ese lado oscuro el que ha convertido a personajes como Madoff o como Jérôme Kerviel en héroes. Vivamadoff.com es una web en la que, a partir de hoy, se venderán camisetas, tazas y chapas con la imagen de este Che Guevara del siglo XXI.

Es el mismo fenómeno que vivió Kerviel, el bróker que llevó al borde del colapso al grupo Société Générale. Sus seguidores -sí, tiene miles de fans- le llaman Robin Hood y el James Bond de la SocGen, y han creado una empresa de camisetas a través de la web www.misskerviel.com. Por 18 dólares se puede conseguir una camiseta con eslóganes como I love Jérôme Kerviel o Jérôme Kerviel es un genio".

No nos hemos vuelto locos. Los malos testimonian lo que hay detrás de la mediocridad humana. ¿Cómo si no pueden tener tantos admiradores el huraño y maleducado Doctor House o el tocapelotas de Risto Mejide de Operación Triunfo? Son brillantes, porque para ser malo, malo de verdad, hay que ser muy inteligente, como demostró Hannibal Lecter en El Silencio de los Corderos. (Manuel del Pozo) (Vía F. Alcaide)

Un poco fuerte compararlos con un asesino como Lecter, que más bien estaría en la onda de
-Vlad Tepes, El Empalador de los Cárpatos:  Se estima que liquidó a unas 100.000 personas y que gozaba contemplando las torturas, descuartizamientos y empalamientos que llevaban a una muerte lenta y agónica a sus víctimas. Para erradicar la pobreza, invitó a comer a miles de mendigos y luego les prendió fuego.

Isabel Báthory, La condesa sangrienta. Secuestraba y torturaba a muchachas de los alrededores y bebía su sangre para conseguir la eterna juventud. Condesa de Hungría, mató a más de 600 jóvenes, las llevaba a los subterráneos y disfrutaba viéndolas desangrarse... Tiene el Record Guinness de la mujer que más ha asesinado en la historia de la humanidad. (se merece una camiseta :-(

Gilles de Rais, El Caballero psicópata: Luchó con Juana de Arco pero llevado por sus instintos violentos secuestró y mató a más de 50 adolescentes. Llegó a decir: "empecé a matar porque estaba aburrido y continué porque me gustaba desahogar mis energías".

 Pero preferiría hablar de los malos menos malos, los "malditos" a raíz del nacimiento de Jean Genet  (el 19 de diciembre se cumplirá un siglo) con quien el malditismo alcanzaría su máxima expresión.

"Poeta, novelista y dramaturgo francés, Jean Genet, hijo de padre desconocido y de una joven prostituta, cuya madre al cumplir un año, lo entregó a la asistencia pública. Auténtico ladrón desde pequeño, autor de “El Milagro de la Rosa” escrita el 46, que publicaría Gallimard en 1951; “Diario de Ladrón“ (1949); “Pompas Fúnebres“ (1947), escribió asi mismo obras para el teatro. Declarado culpable de realizar actos impúdicos (homosexual). Ejerció de ladrón, chapero por toda Europa, mendicidad, falsificador de documentos, carterista, prostituto, delincuente por excelencia. En sus distintas obras deja traslucir una ternura de los delincuentes, impone historias de amor, y hace el retrato de un miseria lírica. Se le ha dedicado algunas películas y canciones. La última película de Fassbinder está basada en una obra suya: “Querelle de Brest”. Witold Gombrowicz diría de Genet: “convierte la fealdad en belleza”.

Pertenecer al mundo de los escritores malditos ha sido una gran constante y paradoja a un mismo tiempo, para muchos afamados escritores, quienes han degustado del amargo manantial que ha marcado sus vidas de trepidantes montañas rusas, ya sea de pobrezas y riquezas, de profundas y oscuras caídas así como de importantes y luminosos momentos donde los envolvió una fama rutilante y futil que les dejó la estela del éxito y el reconocimiento, acercándolos hacía una fortuna efímera, el panal de miel y la gloria deseada para cualquier escritor.


Pienso como pensaría entonces ese gran chico homosexual y solitario de New Orleans que se hizo escritor por el aislamiento y alguna vez dijera: “Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo; y el látigo es únicamente para autoflagelarse” (Truman Capote).

Al parecer algunos le logran sacar partido a sus dones y talentos, pero es el caso de innumerables escritores de todos los tiempos, que en cambio parecen haber purgado antes una especie de expiación por tener que merecer el éxito y la fama, en contraposición a su aparente vida éxitosa, fueron más bien desgraciados, infelices, desequilibrados, adictos a sustancias psicotrópicas como drogas o el alcohol, o simplemente les acompañó durante su existencia una vida marcada por el infortunio, además de algunos otros que llevaron el estigma de Caín, por ser homosexuales o lesbianas, en una sociedad hipócrita que los marginó o los apartó de sí como a la peste.


También me he preguntado por qué siempre me habían gustado tanto, cierto tipo de escritores perteneciéntes a ese contingente particular, nunca los escogí a dedo para leerlos o me interesó siquiera su nacionalidad o procedencia. El primero de ellos que me sedujo fue el escritor Inglés Oscar Wilde, al leer en la adolescencia “El retrato de Dorian Gray”, escritor encarcelado por su condición sexual;

después llegaría el francés Marcel Proust, quien analizó y expresó abiertamente su tendencia en su cuarto tomo “Sodoma y Gomorra“, abordando al mismo tiempo el tema de la homosexualidada masculina y femenina. Acierto casual y extraordinario, fue para mi conocer a Proust, que me cambió en cierto modo la vida como aprendiz de escritora.

Otro baluarte de exquisita sensibilidad fue el gran poeta checo, Rainer María Rilke, a quien conocí a los 18 años, al leer su libro semi-autobiográfico: “Los Cuadernos de Malte Laurids Brigge”, donde el poeta relata sin tapujos la etapa de su primera infancia, en la cual su madre Sophia Entz, lo vistió de mujer durante sus primeros cinco años, al no poder soportar la muerte prematura de su hermana mayor Sophie, razón por la cual lo llamaría “René”, cuya equivalencia en el francés vendría a ser “renacido”. Nombre que más tarde cambiaría el poeta por el de Reiner.


Al leer a André Gide en “La Sinfonía Pastoral”, me pareció genial, dotado de una gran sensibilidad y talento. Defendería su homosexualidad en “Corydon” (1924).

Por esa suerte de casualidades leí “Al Faro” de la gran escritora Inglesa Virginia Woolf y me fascinó el despliegue extraordinario de imágenes y la maestría técnica de su forma expresiva, compleja y profunda al escribir. En su vida personal tuvo una amante lesbiana, la escritora Vita Sackville-West. Podriamos enumerar a muchas escritoras lesbianas destacadas, Gabriela mistral y su conocida novia Doris Dana, Anmarie Scharzenbach, a quien Thomas Mann bautizaría como “el ángel devastado” y de cuya hija, Erika Mann, se enamoró siendo amante de la mezzo soprano alemana Emma Krüger y como no, la inolvidable escritora lesbiana Patricia Highsmith .


Entre los muchos escritores que admiré y destacaron, también por su tendencia homosexual, factor que nunca me interesó per se, están el novelista y dramaturgo polaco Witold Gombrowicz, el poeta Hart Crane, quien se suicidó arrojándose al mar.

Pero quien demostró un talento singular fue indudablemente, Tennessee Williams, autor de fascinantes melodramas que también se han llevado al cine con extraordinario éxito, como “Un Tranvía Llamado Deseo” (1955), obra que gano el prestigioso Premio Pulitzer de Literatura y fuera llevada al cine bajo la dirección de Elia Kazan y la actuación de Marlon Brandon y Vivien Leigh; “La Gata Sobre el Tejado de Cinc caliente”, escenificada con Paul Newman y Liz Taylor.
Recuerdo la bella película que se hizo de su obra “El Zoo de Cristal” (1970), con Kirk Douglas y Jane Wiman; otra película de Williams de mi predilección: “Verano y Humo” (1961), excelente y bella película bajo la dirección de Peter Glenville, con los excelentes protagonistas Geraldín Page y Laurence Harvey. Gran talento para la dramaturgia, pero una vida totalmente atormentada la de Tennesse Williams.

Podemos decir que no todo apunta hacia el gran éxito de producción en estos grandes e inmortales escritores, si al sopesar vemos que fueron bastante desafortunados en otras materias, razón por la cual se hicieron adictos a ciertas drogas, padecieron hondas depresiones y adicciones al alcohol, es el caso de Scott Fitzgerald, quien murió alcoholizado y tomando antidepresivos; Tennesse Williams, fallece por sobredosis de alcohol y drogas, aunque se le encontró en su lecho de muerte atragantado con la tapa de una botella, razón por la cual se barajaron otras hipótesis de su trágico final; Truman Capote, murió por sobredosis al mezclar psicofármacos y alcohol; Edgar Allan Poe, murió alcoholizado y tras andar divagando en sus delirios, por las calles; Malcolm Lowry, poeta y novelista, quien falleciera por la ingestión de alcohol y antidepresivos y lo reflejó muy bien en "Bajo el volcán".
La escritora inglesa Virginia Woolf, se suicidaría por temor a la locura inminente.

No sabemos si en ciertos casos tanto el uso de sustancias como las drogas y el alcohol fueron también recursos para buscar la alucinación como proceso creativo, huír de una vida solitaria e infeliz, como en los tiempos experimentales de William Burroughs y algunos de sus seguidores, los integrantes de la llamada Generación Beat, cuyos seguidores se dedicaron a ingerir las entonces llamadas sustancias psicodélicas, como herramientas de conocimiento. De esas épocas se influyeron músicos como Bob Dylan y Patti Smith.

Entre sus exponentes están el novelista y poeta estadounidense Jack Kerouac, quien creía poder explicar mejor la mística de las novelas, estando borracho y quien finalmente moriría de cirrosis, por la ingestión de alcohol.

Otros miembros destacados de la Generación Beat, son Neal Cassady, verdadero catalizador del movimiento, quien se suicidó arrojándose a las vías del metro en México, conocido principalmente por ser retratado, bajo el nombre de Dean Moriarty, en la clásica novela de Jack Kerouac, En el camino.

—Allen Gisnsberg, fue otro de sus exponentes, quien escribía bajo la influencia de distintas drogas, poeta, autor de “Howl y otros poemas”, que empieza crudamente diciéndo al mundo: He visto a las mejores mentes de mi generación, destruídas por la locuraMacpik

No me he podido resistir a poner aquí este texto que subscribo en su totalidad,  no podría decirlo con mejores palabras. Añadiría alguno más pero se haría muy larga la entrada. Quizás sea  Francia la patria de la literatura maldita. Allí nacieron François Villon, Sade, Rimbaud y Baudelaire...
Esto ya lo tenía en otra entrada:
«Siempre he admirado al malo, al forajido, al hijo de puta. No me gustan los buenos chicos de pelo corto, corbata y un buen empleo. Me gustan los hombres desesperados, los hombres con los dientes rotos y el cerebro roto... Me interesan más los pervertidos que los santos. Con los vagabundos consigo relajarme porque yo también soy un vagabundo. No me gustan las leyes, la moral, las religiones, las reglas. No me gusta dejarme moldear por la sociedad.» Bukonski ("Un hombre auténtico")